Decir que la Tangerine Dream es una variedad conocida sería un eufemismo, es más justo afirmar que es digna de su estatus legendario dentro del mundo del cannabis. La Tangerine Dream es fácil de cultivar y contiene grandes cantidades de THC, que se complementan con un menor porcentaje de CBD. Esta variedad es índica dominante, con un 70% de genes sativa y un 30% indica. Se trata de un cruce de G13, Neville’s A-5 Haze y Afghan. Esta cepa ya mostró su valía en el pasado, cuando ganó el primemio en la High Times Cannabis Cup del 2010.
La enorme cantidad de THC de las flores de la Tangerine Dream induce un subidón rápido y potente con los mejores aspectos de la fusión índica y sativa. Una sola calada de esta variedad pondrá en marcha una avalancha de sensaciones positivas y reconfortantes que animan y estimulan al consumidor, lo que resulta en un eufórico efecto cerebral.
El subidón de la Tangerine Dream viene definido en gran medida por sus rasgos sativa, que generan una euforia que roza la psicodelia. Los elementos índica de este subidón afectan al cuerpo y tienen como resultado un colocón tipo sofá que calma y alivia el dolor y que puede abrir el apetito.
La Tangerine Dream ofrece una compleja mezcla de sabores que estimulan el paladar y agradan al fumador, destacan los matices ácidos, especiados, dulces y a mandarina, naranja y manzana. En lo que respecta a su aroma, la Tangerine Dream no defrauda con sus notas cítricas, especiadas y afrutadas.
La Tangerine Dream alcanza una altura media de 120cm tanto en el interior como en el exterior. Cuando se cultiva al aire libre, está lista para su cosecha a finales de Abril. Tiene un período de floración de 70-80 días. El contenido de THC de estas flores es enorme, en torno al 25 por ciento. Su nivel de CBD no es tan alto, pero aún así complementa el contenido cannabinoide de la variedad en un 1,8 por ciento.